Quiero salir del clóset, ¡pero no sé cómo!
- Ulises de Esparta
- Ulises
Miedo al rechazo. A quedarse solo. A ser violentado, perder apoyo, ser abandonado. Estos son algunos de los terrores que asedian a una persona que no se considera heterosexual y que busca expresarlo a un amigo o familiar; que busca decirlo libremente en el entorno en que se mueve sin vivir una consecuencia negativa por ello.
Pero no, no es fácil salir del clóset; no es fácil declarar públicamente que tiene una orientación sexual diferente a la normal (que es homosexual o bisexual, por ejemplo) o que tiene una identidad de género que no lo describe como se ve a simple vista (un hombre que se considera mujer, o viceversa, por nombrar dos casos), “porque el estigma social de la sexualidad diversa sigue siendo, lamentablemente, un tabú que preferimos ocultar”, explica Carolina Herrera, psicóloga y cofundadora del consultorio Liberarte, que lleva nueve años ofreciendo terapias psicológicas para personas de sexualidad diversa (no heterosexuales).
El debate en torno a la diversidad sexual no pierde vigencia. Cada 11 de octubre, Estados Unidos conmemora el Día Internacional de Salir del Clóset (desde 1988), aprovechando que se trata del mes en que se conmemora la historia LGBT en ese país. La etiqueta correspondiente en redes sociales, #ComingOutDay, suma una cifra de casi 1’800.000 reacciones en Twitter y Facebook a nivel mundial, según la consultora Keyhole.
Es una campaña que busca alentar una actitud que, según el American Journal of Community Psychology, para cualquier persona LGBT (especialmente para los jóvenes) “puede ser un pilar fundamental en su buen desarrollo psicológico”, ya que provoca, en la mayoría de los casos, “mayor autoestima y menor incidencia de la depresión”. Por eso, dos expertas le dan cinco consejos para salir del clóset de la manera más segura posible en su entorno.